El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera.
Primera de corintios 13: 4-7 Que mejor manera de describir el AMOR, que como lo describe DIOS en su palabra, así como nos manda a amarlo sobre todas las cosas, ese amor que DIOS nos profesa es el mismo que desea que nosotros se lo retribuyamos amando a nuestros semejantes. No hay en este mundo un ser que demuestre mas amor a sus semejantes que la MADRE, cumpliendo cabalmente ese mandato divino y lo ha demostrado a lo largo de la historia de la humanidad, los que tienen la dicha y felicidad de tenerla viva pueden sentirlo y disfrutarlo a plenitud siempre que lo deseen, es mas sin pedirlo. Los que no la tenemos con nosotros porque partió con el PADRE CELESTIAL, sufrimos su ausencia y recordamos, añoramos esos momentos que compartimos con tan especial SER, que nos llenó la vida de alegrias y amor único y sincero en este mundo, porque todos sabemos que despúes del AMOR de DIOS está el que nos dá nuestra madre. No pude evitar un momento de congoja este dia de las madres porque en un segundo me abordaron los recuerdos de mi MAMÄ, aun con sus veite años de ausencia fisica, pero tengo un gran consuelo y una tremenda satisfaccion, de la reciprocidad de ese amor, aunque proporcional, pero es inmenso porque todavia la amo y la llevo en mi corazon como la MADRE mas hermosa y bella que ha podido existir en este mundo. Seguro estoy que desde en el cielo ella disfruta de la promesa que DIOS nos ofreció por medio de su hijo JESUS, la vida eterna. Mi deseo para todas las madres es que DIOS las colme de bendiciones donde prevalezca el amor, la buena salud, la unión familiar y la prosperidad que todos queremos tener. El AMOR más grande es el que nos dá DIOS y en este mundo el que nos dá nuestra madre. JESUCRISTO nos ama y se entregó a morir en la cruz por la salvación de nuestras almas ese es el amor infinito demostrado por DIOS nuestro SEÑOR y ¿cuantas madres no se han sacrificado y muchas veces han dado su vida por sus hijos?, por eso digo que el único amor capáz de sacificarlo todo en este mundo es el de la MADRE, amemosla y valoremosla. DIOS les bendiga y recuerden siempre algo: JESUCRISTO nos ama a todos, es necesario entregarle nuestro corazón y nuestra vida.
Jacinto A. Brito C.
